viernes, 18 de julio de 2008

Señor Carlos Álvarez, Fundación Gente de la Calle.

En realidad la acción que ustedes realizan les debe entregar una enorme satisfacción personal ya que está más dirigida a acallar las malas conciencias sociales y para satisfacer los deseos de bondad mal entendidos que a otra cosa.

Si se trata de entregar dignidad a las personas, esto nunca se va a lograr a través de la caridad.

Todos tenemos derechos y obligaciones sociales. Los derechos se conquistan y las obligaciones son en la medida de las capacidades individuales.

Una de las gracias de vivir organizados en sociedad es justamente la de garantizar los derechos conquistados a cada uno de sus integrantes con igualdad y justicia. Es por eso que es misión de cada cual trabajar activamente para que esa justicia social se materialice.

Cuando se llega a esta parte de la discusión se acostumbra a argumentar lo siguiente:

Qué vamos a hacer si las autoridades no realizan el trabajo de garantizar esos derechos? Vamos a dejar que estos pobrecitos se mueran de hambre y de frio?

Por supuesto que no. Es misión del Estado hacerse cargo de sus habitantes y la misión nuestra es la de preocuparnos que esto suceda. Cada vez que el Estado abandone sus obligaciones allí estaremos nosotros para exigir, actuar y modificar hasta que logremos esa justicia social anhelada.

Son muchas las suspicacias, los malos entendidos y las desconfianzas que crean estas organizaciones de beneficencia. Basta con leer a otros comentaristas para darse cuenta de esto o ver lo que sucede, año tras año, con la Teletón.

Si las empresas y los holding tienen los recursos para donar es porque tienen dinero para pagar más impuestos en un orden progresivo. Con las personas pasa lo mismo. Es parte de una buena distribución de las riquezas el hacerse cargo de los más necesitados dentro de los cuales podemos algún día estar nosotros mismos.

La caridad es caprichosa, si quiero doy si no quiero no y en eso, señor Álvarez, no hay justicia, pensando siempre que la justicia es también dignidad.

Sabía usted que el padre Hurtado terminó sus últimos años reprochando al Estado por no hacer este su trabajo?

Por último, no me parece que además de la responsabilidad de tener que rendir bien en mi trabajo deba yo entregar mi tiempo de descanso o recreación para acallar la mala conciencia que me crean este ejército de instituciones de beneficencia existente. Es posible que yo no haga bien ni lo uno ni lo otro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola don carlos tengo un problema con mi hermano nesecito su ayuda por que mi hermano sufre de esquisofremia eido a muchas partes y no e sulusionado nada por el no tiene hogar ya que con su condision destroso todo y esta aislado ya que no quiere alluda .¡ya que el bota los remedios ! yo soy la unica hermana interesada en su salud y lo llevo a medico ¡necesito su alluda!por favor grasias
mi direccion pob 21mayo
psj los almendros757 malloco comuna peñaflor
cel:089549547
ruego a usted una respuesta lo mas pronto posible porfavor
de antemano muchas gracias
se despide Violeta Merino