Escribe: HQ.Gatica
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Es increíble la falta de autocrítica de la presidenta frente a lo que está sucediendo en Chile. Esta es una actitud que raya en la irresponsabilidad. Ella le brinda su respaldo al ministro de Hacienda Andrés Velasco el cual, a su vez, echa la culpa de los descalabros a la mala economía imperante a nivel mundial. Este ministro hoy recibe críticas hasta de la misma Concertación por su mala gestión. La presidenta a su vez se blinda, se hace inasequible y no toma responsabilidad de los entuertos internos de su gobierno. No tiene la capacidad de negociación con la oposición y se cobija en la autocomplacencia. No tiene opinión en lo que respecta a la tremenda represión policial que hoy es lejos mayor que en los tiempos de la dictadura y se desentiende de los problemas de carestía e inflación. Tampoco es afectada por los hechos de corrupción y su actitud no está a la altura de los graves hechos delictuales que está convirtiendo en un infierno la vida de los ciudadanos. Solo se le escucha cuando aplica su política de parches entregando bonos o asignaciones temporales para los más necesitados en un intento de administrar la pobreza o cuando trata de convencernos de que todas las cosas están bien.
Seguramente esta presidenta viendo lo campante que por el mundo se desliza su par, Ricardo Lagos, debe estar convencida que puede desentenderse de sus deberes administrativos principales que el cargo le obliga, que puede apoyar a labor rapiña de la derecha económica como Lagos lo hiso y ya seguramente estará preparando la tanda de inauguraciones ficticias de fin de mandato para hacerse de una buena imagen final que los chilenos no se tragarán una vez más dejándose engañarse por los calificados tongos presidenciales al puro estilo Curepto.
Una pregunta que creo no está demás hacerla. Por qué esta presidenta no se va para su casa? ¡Igual nadie la va a echar de menos!
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